viernes, 10 de octubre de 2014

Muévase bien, luego hágalo a menudo

El entrenamiento de la fuerza muscular es fundamental no solo porque tiene efectos positivos en la salud, sino por los beneficios que produce en la realización de actividades cotidianas. Investigaciones al respecto recomiendan que niños, adultos y ancianos, deberían agregar al menos dos días de ejercicios que involucren los principales grupos musculares. Algo que debemos tener en cuenta los que trabajamos a través del movimiento y el ejercicio físico, es que el sedentarismo de la sociedad ha llevado a una pérdida de fuerza y movilidad generalizada, aspecto que se ve reflejado a la hora de programar ejercicios que muchos son incapaces de hacer. La sentadilla es un ejercicio que está presente en todas las rutinas de entrenamiento, sin embargo, son pocos los instructores que se aseguran que sus alumnos tengan la movilidad articular y la estabilidad que requiere un ejercicio tan fácil a simple vista. Antes de prescribir una sentadilla, me gusta pedirles a mis alumnos que me muestren cómo se agachan a buscar algo del suelo o hacer una serie de evaluaciones con patrones básicos de movimiento. De esta forma puedo identificar problemas no solo de debilidad muscular, sino también limitaciones en la movilidad, flexibilidad y coordinación. También puedo determinar el punto de partida de cada persona, que lo llevará en unos meses a realizar la sentadilla perfecta, cuando haya podido superar con excelencia aspectos básicos. El objetivo en una primera etapa consiste en construir una base corporal que sirva no solo de preparación para una progresión en el entrenamiento, sino que también reeduque el movimiento a fines de mejorar el desenvolvimiento en actividades cotidianas muy simples que pocos realizamos correctamente.

Artículo publicado en el Diario EL SOL
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia 

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