
Con los ejercicios y las dietas pasa lo mismo. Creemos que el régimen y los métodos de una modelo, un artista o algún campeón olímpico funcionarán también para nosotros, con resultados idénticos. Las revistas están llenas de detalles con las recetas de los famosos para mantenerse en forma. Seguirlos al pie de la letra terminará por frustrarnos muy pronto y abandonar el objetivo de bajar esos kilos demás.
El entrenamiento tiene reglas que debemos seguir para conseguir los efectos deseados. Lo básico es hacer las adaptaciones que requiere nuestro cuerpo. Cada persona es única y cuenta con características y condiciones físicas diferentes y estas se deben tenerse en cuenta a la hora de hacer una planificación. Por más efectivo que parezca un método, no todos respondemos de igual manera.
Cualquier actividad que elijamos deberá exigirnos un esfuerzo mayor al que estamos habituados. Por ejemplo, si usted está acostumbrado a subir las escaleras de su casa todos los días y eso ya no le significa gran esfuerzo, deberá realizar una actividad un poco más intensa, de lo contrario, no producirá ningún efecto en su cuerpo.
Por último, si usted busca objetivos específicos, requerirá de un método específico. No es lo mismo un ejercicio que mejore su resistencia para correr, que otro que aumente la fuerza de sus músculos. Si usted toma en cuenta estos principios, su cuerpo se adaptará progresivamente a esfuerzos mayores. Sobre exigirse de golpe tampoco es bueno. Con paciencia y constancia notará los resultados. No se olvide que, así como su cuerpo se adapta a una rutina, puede producirse un proceso inverso, ya que bastan solamente dos semanas para echar a perder los resultados obtenidos en varios meses de entrenamiento.
Artículo publicado en el Diario EL SOL
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
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