viernes, 5 de octubre de 2012

Cuerpos ''analfabetos''


Ha causado furor en el mundo pedagógico el documental “La educación prohibida”, una crítica a las bases del sistema educativo y el planteo de la necesidad de cambiar de paradigma que respete la espontaneidad de los niños en la escuela y las formas propias que ellos tienen para aprender, muy distintas a la imposición, el reglazo y el método de “tragar” y memorizar datos. El objetivo es acabar con la competencia y el autoritarismo que han dominado los salones de clase. ¿Y en la educación física cómo andamos? Siempre recordamos esta materia como “la hora del juego”. ¿Recuerda cómo saltaba y gritaba cuando llegaba el profe de “física”? Es la hora en la que descansamos y dejamos de “aprender”, que es sinónimo de dolor y sufrimiento. ¿Pero es que no hay nada que aprender en educación física? Yo creo que sí y no  necesariamente técnicas y reglas deportivas.
Veamos un ejemplo. Usted no contrata un experto para que le sume los gastos de la casa o le escriba una carta a un amigo. Eso lo aprendió en la escuela, en las clases de matemática y lenguaje. Pero nadie sabe hacer ejercicios físicos si no es con la ayuda de un entrenador o un gimnasio. Cómo puede ser que necesitemos a alguien para que nos enseñe a respirar, a correr o a hacer abdominales. Hemos pasado doce años con una materia obligatoria y no sabemos ni lo básico. Es como salir bachiller sin saber leer ni escribir, sumar y restar. Cualquier persona que asistió a la escuela debería conocer ejercicios de estiramiento, de calentamiento y un sinfín de cosas que nos ayudarían a mantenernos en forma, para no quejarnos tanto de la obesidad, el sedentarismo y los problemas de salud. “Mente sana en cuerpo sano”, es una vieja premisa que sigue fallando y la educación debe hacer su trabajo.

Artículo publicado en el Diario EL SOL
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

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