
Muchos padres optan por los deportes más tradicionales como el fútbol, el básquet o la natación. Con los deportes de contacto prefieren no meterse ya que temen que esta práctica fomente en sus hijos actitudes violentas o agresivas; que se hagan peleadores y eso les traiga problemas en la escuela y en la vida.
Sin embargo, en muchas disciplinas de las artes marciales, antes de entrar en combates y todo eso que vemos en la tele, el entrenamiento consiste en todo un proceso que busca la disciplina, el autocontrol, el respeto, la puntualidad, el servicio y sobre todo, a tomar conciencia del uso de las artes marciales exclusivamente en el ámbito deportivo.
Desde el punto de vista físico, los primeros pasos en el Taekwondo, por ejemplo, sirven para el desarrollo de una serie de técnicas donde se trabaja la lateralidad, la coordinación, la flexibilidad y la fuerza, aspectos muchas veces descuidados a estas edades, necesarias para el posterior aprendizaje de técnicas y gestos más complejos. Estas actividades les vienen bien a aquellos chicos hiperactivos que necesitan descargar energías, pero también para moldear su carácter y trabajar la concentración, la responsabilidad y la constancia.
Artículo publicado en el Diario EL SOL
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
Artículo publicado en el Diario EL SOL
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
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