
1. Si no estás tan delgado como quisieras, lo que estás haciendo no funciona, por lo tanto deberías cambiarlo, o como dijo Einstein, "Si quieres conseguir resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo".
2. Tus primeros cambios deben consistir en eliminaciones, no adiciones. Cuando finalmente decidimos hacer un cambio en la alimentación, rápidamente queremos comprar suplementos, vitaminas y cosas raras que prometen grandes cambios, cuando la mayoría de las veces, el problema se encuentra en pequeños hábitos y excesos que no tenemos en cuenta y que con tan solo eliminarlos, notaríamos los beneficios.
3. Una vez que hayas eliminado racionalmente aquello que estaba mal, añade algunos alimentos si son necesarios. Una lógica que podríamos aplicar no solo en la alimentación, sino también en el ejercicio físico, hábitos de vida, de trabajo e incluso en nuestras relaciones.
Artículo publicado en el Diario EL SOL
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
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