lunes, 4 de agosto de 2014

Entrena tu cerebro: La importancia de los ejercicios variados.

Una de las razones por las que muchos rechazan el entrenamiento de la fuerza en las salas de aparatos es
porque consideran este tipo de actividad algo aburrido, muy estático y poco adaptado a los gustos de los que lo practican. De hecho, muchas de las novedosas propuestas de entrenamiento bajo diversos nombres comerciales, han aprovechado estos argumentos para crear formatos más divertidos, variados y funcionales. Sin embargo, esta es una visión errada. El entrenamiento de fuerza no es ni debe ser monótono; los monótonos son los encargados de planificarlo. 


Uno de los principios del entrenamiento es la variabilidad, esta es la necesidad de que las propuestas tanto en la estructura como en la elección de los medios, sea diversa y siempre en progreso, ya que los ejercicios de fuerza no solo estimulan el sistema muscular, sino que tienen fuerte impacto a nivel neural en donde se producen diversas adaptaciones que permiten la manifestación de la fuerza muscular. De hecho, en las primeras cuatro a seis semanas de haber empezado un programa correctamente diseñado, los incrementos de fuerza se deben precisamente a una mejor coordinación del sistema neuro-muscular, quien permite que seamos capaces de reclutar mayor cantidad de fibras musculares de forma sincronizada y así generar mayor tensión. Esta es una de las razones por la cual los estímulos (ejercicios) deben ser variados y cada vez más complejos, no sólo a través de aplicación de cargas, sino de variantes que el profesor debe idear con el objetivo de generar un estímulo no solo a nivel mecánico sino también a nivel nervioso. El problema es que para muchos, planificar el entrenamiento consiste en el famoso ‘’3 de 12’’

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