jueves, 25 de septiembre de 2014

Aptitud física y salud

Una de las preguntas frecuentes sobre ejercicio físico se relaciona con el tipo y la cantidad de actividad física necesaria para poder alcanzar niveles óptimos de salud y disminución del riesgo de enfermedades crónicas. Para responder esto resulta interesante retomar el estudio pionero que abordó la relación entre actividad física y salud. En 1949, el profesor Morris comparó el riesgo de mortalidad entre los cobradores de boleto y los conductores de buses en Londres y encontró que los primeros tenían una protección frente a las enfermedades cardiovasculares que fue vinculada a la actividad física que hacían al subir y bajar escaleras en el vehículo. A partir de este estudio, podríamos decir que con solo tener una vida medianamente activa, disminuimos el riesgo de infarto por enfermedad coronaria. Sin embargo, no debemos olvidar que este estudio es de hace más de 50 años y que nuestros hábitos de vida han cambiado drásticamente a favor de una "hipokinesia"’ o falta de movimiento muy grave. Es por eso que hoy se afirma que no es el simple gasto energético por actividad física cotidiana lo que nos mantiene saludables, sino el nivel de aptitud física, un concepto mucho más amplio y cuantificable que solo se consigue a través de la  realización de ejercicio físico, es decir, de actividades planificadas y sistemáticas, diseñadas con el objetivo de incrementar la aptitud aeróbica, la capacidad muscular y la flexibilidad. De hecho, un estudio muy representativo mostró que aquellas personas que incrementaban su aptitud aeróbica, disminuían el riesgo cardiovascular independientemente de ser hipertensos, obesos o con alteraciones del colesterol. Es por esto que en algunos países, las compañías de seguros médicos y de vida están tomando en cuenta este parámetro de salud tan importante. 

Artículo publicado en el Diario EL SOL
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 

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