jueves, 30 de octubre de 2014

Con las proteínas no se juega

Para poder elegir la cantidad y la calidad de lo que comemos resulta necesario tener algunos conocimientos básicos sobre los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Sobre este tema a la mayoría le gusta ejercer su profesión de "opinólogos" y juzgar con muy poco rigor qué tan bien o mal hacemos las cosas. Lo primero que se dice sobre la dieta vegetariana es que, aquellos que la siguen, tienden a experimentar un importante déficit de proteínas. Las proteínas están formadas por cadenas de aminoácidos. Estos pueden ser de dos tipos: esenciales y no esenciales. Los primeros deben estar contemplados en la alimentación porque, a diferencia de los segundos, no son fabricados por nuestro organismo. Un alimento de origen animal o vegetal tendrá mayor valor biológico cuanto mejor contemple los aminoácidos esenciales. Un alimento puede ser muy rico en proteínas, pero si presenta un déficit en alguno de los aminoácidos esenciales, su valor biológico es menor y la "fábrica" de proteínas en el cuerpo puede verse afectada por ese motivo. Imaginemos que los aminoácidos son los materiales de construcción. De nada serviría aportar ladrillos, arena, agua si no hay cemento. Lo mismo sucede con los aminoácidos. Las proteínas de origen animal tienen mayor valor biológico, a diferencia de las fuentes vegetales. Sin embargo, una inteligente combinación alimentos para compensar los déficits de aminoácidos puede resultar en una dieta que supla las necesidades diarias de proteínas, valores que varían – entre otros factores – según el tipo y nivel de actividad que se realice. El problema  es que hay un ambiente general de desconocimiento sobre los alimentos que lleva a vegetarianos y carnívoros a estar bien alimentados, pero muy mal nutridos.

Artículo publicado e
n el Diario EL SOL
Sa
nta Cruz de la Sierra, Bolivia. 

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