viernes, 7 de noviembre de 2014

La mejor y más vieja medicina

El ejercicio físico va ganando cada vez más fama como la panacea de todos los males de salud que aquejan a la sociedad actual. Recientemente se dictó una conferencia  en Santa Cruz, destinada a médicos y profesionales relacionados a la salud y la actividad física, como parte de un proyecto internacional liderado por el Colegio Americano de Medicina del Deporte, que intenta fomentar entre los médicos de todo el mundo, la inclusión del ejercicio físico en los tratamientos de prevención y control de enfermedades como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Pienso que es un proyecto fantástico, a pesar del disgusto que ocasionará en la industria farmacéutica, que algunos médicos opten por el ejercicio físico y la dieta como primeras alternativas de prevención. Ahora bien, hablar de ejercicio físico preventivo y terapéutico en Estados Unidos, Canadá, Australia y gran parte de Europa, no es ninguna novedad y es por eso que entre los profesionales de la actividad física existe personal altamente especializado para diseñar programas específicos a cada patología y grado de riesgo de los pacientes. Que un entrenador deportivo conozca la teoría y la metodología del entrenamiento, no lo hace idóneo para trabajar con pacientes crónicos. Los médicos "deben prescribir" ejercicio físico, postula el proyecto "Ejercicio es medicina". Sin embargo, quien debe diseñar y ejecutar un programa de ejercicio preventivo o terapéutico, debe ser el especialista en ejercicio físico en enfermedades crónicas. La pregunta es ¿los tenemos en nuestro país? Por eso me temo que esta iniciativa le vendrá como anillo al dedo a los oportunistas del fitness, para quienes –bajo la lógica del mercado– todo es bueno para todos.

Artículo publicado en el Diario EL SOL
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 

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