viernes, 24 de abril de 2015

Dime cómo caminas...

Desde el siglo 5 a.C. ya los médicos y filósofos decían que caminar era bueno para la salud y bastante acertados estaban a pesar de no tener las herramientas para describirlo como ahora.
El ejercicio es fundamental para mantener la salud y prevenir enfermedades y, afortunadamente, son muchos los médicos que recomiendan a sus pacientes añadir al menos 30 minutos de ejercicio diario.
Como profesional del ejercicio físico, me alegra que las recomendaciones se extiendan, pero lamentablemente las consecuencias del sedentarismo no permiten cumplir con la dosis mínima de ejerciciotan fácilmente.
Hace unos días una señora de 70 años vino al gimnasio en busca de mi ayuda. Me contó que sufre de dolor de espalda y que le diagnosticaron artrosis en la columna y la rodilla. Como había escuchado de las bondades del ejercicio, hace un mes que sale a caminar 50 minutos diarios, pero el dolor y las molestias aumentaron.
Luego de una entrevista sobre sus hábitos, actividades diarias e historial de dolamas, le hice algunas evaluaciones del movimiento que consideraba pertinentes. Sus músculos de la cadera están debilitados y esto hace que presente alteraciones en la marcha, además de una significativa desviación en la columna que modifica toda la estructura corporal. Caminar es muy bueno –le dije- pero si continúa haciéndolo de esta manera, su corazón estará muy sano, pero en un par de años no podrá levantarse del dolor y la debilidad muscular.
Como esta señora hay muchos jóvenes y adultos que, antes de empezar con su dosis de ejercicio, requieren de un proceso de restauración del movimiento que se ha deteriorado a causa del sedentarismo crónico. Mi trabajo consiste en evaluar, detectar y corregir estas disfunciones.

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