miércoles, 22 de abril de 2015

¿Qué hay detrás del movimiento?

Cuando estaba en primer año de la carrera de Educación Física, tuve que aprenderme todas y cada una de las partes de los músculos y huesos; sus inserciones y cada movimiento que estos realizan.
Pero los músculos y articulaciones son sólo un elemento de un complejo sistema que tiene como fin último las acciones y patrones de movimiento. El sistema nervioso tiene íntima relación con los músculos, enviando órdenes para que estos se contraigan. Asimismo, los músculos y articulaciones envían señales al cerebro o a la médula espinal para informar sobre la posición de nuestro cuerpo, el grado de tensión muscular y el rango de movimiento articular. Si una de las partes de este sistema sensorio-motriz se altera, el cuerpo compensa de alguna forma. En el caso de una lesión de rodilla, la articulación envía señales de dolor y alerta al sistema nervioso y éste responde de forma compensatoria y el resultado es por ejemplo, la renguera. Nosotros no decidimos renguear, pero es la respuesta que el sistema sensorio-motriz procesa. Sin embargo, no hace falta tener una lesión para crear compensaciones en el movimiento. El dolor de espalda baja es - en la mayoría de los casos - el resultado de una compensación crónica, porque forzamos la espalda en movimientos donde los músculos protagonistas son los de la cadera. En estos casos, el primer paso será fortalecer e incluso reeducar la activación de los glúteos que en general se encuentran inhibidos. La fuente del dolor no siempre es la causa de dolor. Para entender esto hay que ir más allá de la estructura anatómica, para evaluar y abordar el caso desde la función. El cuerpo es una brillante obra de ingeniería que hay que saber leer e interpretar.  

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